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sábado, 21 de abril de 2018

Consejos para ayudar a los niños a sobrellevar la situación con los grupitos sociales entre compañeros



Su hija de 10 años llega a casa llorando porque las niñas de las que era amiga repentinamente la apartaron e hicieron correr rumores sobre ella. Está confundida ya que esto le sucedió cuando menos lo esperaba. No sabe qué hizo mal y tiene miedo de volver a la escuela, con la incertidumbre de no saber si aún tiene amigas. Usted no sabe cómo ayudarla. Escuchó sobre muchos casos de niños que son rechazados u objeto de burlas en la escuela, pero nunca imaginó que esto podría sucederle a su simpática y extrovertida hija.
En vista de que los grupos sociales o camarillas son muy comunes en la escuela secundaria y preparatoria, es muy probable que en determinado momento su hijo integre uno o quede excluido de el. Aunque poco puede hacer uno para proteger a su hijo de estos grupos sociales, puede hacer mucho por ayudarlo a mantener su confianza y amor propio mientras integre uno y a entender de qué se trata una amistad verdadera.



¿Qué es un grupo social o camarilla?

La amistad es una parte importante del desarrollo de un niño. Tener amigos ayuda al niño a ser independiente fuera de la familia y lo prepara para las relaciones mutuas y de confianza que esperamos que esta blezcan como adultos.
Los grupos de amigos guardan importantes diferencias con las camarillas. Las amistades surgen a partir de los intereses compartidos, los deportes, las actividades, las clases, los barrios o incluso las conexiones familiares. En los grupos de amigos, los integrantes pueden socializar y juntarse con otras personas ajenas al grupo sin miedo a ser expulsados. Es posible que no hagan todo juntos y eso está bien así.
Las camarillas en ocasiones se forman en torno a intereses comunes, pero la dinámica social es muy diferente. Suelen estar bajo el estricto control de líderes, quienes deciden quién "pertenece" y quién no. Los niños de la camarilla hacen la mayoría de las cosas juntos. El que tiene un amigo fuera de la camarilla puede enfrentar el rechazo o las burlas.
Los integrantes de la camarilla suelen seguir las reglas del líder, ya sea en el uso de determinada ropa o en el desarrollo de una actividad. Las camarillas por lo general implican muchas reglas (implícitas o claramente manifiestas), así como una gran presión por seguirlas. A los niños que integran una camarilla suele preocuparles si continuarán siendo populares o si quedarán fuera por hacer o decir lo incorrecto, o por no vestirse de determinada manera. Esto puede generar mucha presión, sobre todo en el caso de las niñas, quienes pueden someterse a dietas extremas o sufrir trastornos alimenticios, o incluso intentar hacerse una cirugía plástica. Otros niños pueden verse bajo la presión de tener que correr riesgos tales como robar, hacer bromas o acosar a otros niños para permanecer en la camarilla. Los niños también pueden sufrir la presión de tener que comprar ropa costosa o de participar en chismes o burlas en Internet.
Las camarillas suelen ser más intensas en la escuela secundaria y en la escuela intermedia, aunque los problemas con las camarillas pueden empezar ya en 4º o 5º grado.

Cuando las camarillas causan problemas

Para la mayoría de los niños, los años de la preadolescencia y de la adolescencia son un momento para determinar cómo desean integrarse y cómo destacarse. Es normal que los niños a veces se sientan inseguros, que deseen ser aceptados y que se junten con los niños que parezcan más atractivos, simpáticos o populares.
No obstante, las camarillas pueden provocar problemas duraderos cuando:
  • los niños se comportan de un modo que les resulta conflictivo o que saben que es incorrecto para complacer al líder y permanecer en el grupo
  • un grupo se vuelve una camarilla antisocial o una pandilla con reglas poco saludables como adelgazar o acosar a los demás por motivos relacionados con el aspecto, una discapacidad, la raza o la etnicidad
  • un niño es rechazado por el grupo y se siente apartado y solo

Cómo pueden ayudar los padres

A medida que los niños van aprendiendo sobre las amistades y las camarillas, los padres pueden hacer mucho para ofrecerles apoyo. Si su hijo parece estar alterado o de repente pasa tiempo solo pese a ser en general muy sociable, pregúntele qué le sucede.




A continuación figuran algunos consejos:
  • Hable sobre sus propias experiencias. Comparta sus propias experiencias de la escuela (después de todo, las camarillas han existido siempre).
  • Ayude a poner el rechazo en perspectiva. Recuérdele a su hijo los momentos en que el se enojó con los padres, amigos o hermanos, y lo rápido que pueden cambiar las cosas.
  • Arroje algo de luz sobre la dinámica social. Reconozca que las personas suelen ser juzgadas por su aspecto o por su forma de actuar o vestirse, pero que las personas que a menudo actúan mal y rebajan a los demás es por falta de confianza en sí mismas y que intentan ocultar esto manteniendo el control.
  • Busque casos que puedan guardar relación. Muchos libros, programas de televisión y películas retratan a personas marginadas que triunfan ante el rechazo y que dejan elocuentes mensajes acerca de la importancia de ser fiel a la propia naturaleza y del valor de ser un buen amigo, aún en situaciones sociales difíciles. Para los niños en edad escolar se recomiendan libros como "La Ballena" de Judy Blume, que ilustran lo rápido que pueden cambian las camarillas. Los niños más grandes y los adolescentes pueden ver películas tales como "Chicas pesadas", "Angus", "El club de los cinco" y "Fuera de onda".
  • Fomente las amistades fuera de la escuela. Haga participar a los niños en actividades extracurriculares (si aún no lo han hecho), como clases de arte, deportes, artes marciales, equitación o estudio de idiomas, para darles la oportunidad de que formen otro grupo social y desarrollen nuevas habilidades.
Si su hijo integra una camarilla y uno de los niños se burla de otro o lo rechaza, es importante abordar esta cuestión de inmediato. Los programas de televisión populares como los concursos de talentos y los programas de tele realidad que glorifican el mal comportamiento no hacen más que dificultar la tarea de las familias de promover los valores de amabilidad, respeto y compasión.
Analice el papel del poder y el control en las amistades y trate de entender por qué su hijo se siente obligado a estar en esa posición. Descubra quién pertenece y quién no, y qué sucede cuando los niños son excluidos (¿son ignorados, rechazados, acosados?). Inste a los niños a pensar y a expresar si están orgullosos de la manera en la que actúan en la escuela.
Pídales a los maestros, consejeros de orientación y a otros directivos de la escuela su opinión acerca de lo que está sucediendo dentro y fuera de clase. Probablemente puedan informarle acerca de los programas que haya en la escuela para tratar el tema de las camarillas y ayudar a que los niños con diferencias se lleven bien.

Fomentar las amistades saludables

A continuación figuran algunos consejos para que los niños tengan amistades saludables y no se apeguen tanto a una camarilla:
  • Encontrar el lugar de pertenencia correcto sin limitarse meramente a pertenecer a uno. Fomente a los niños a pensar en qué valoran y en qué les interesa, y en cómo se ven reflejadas esas cosas en el grupo. Formule preguntas tales como: ¿Cuál es el principal motivo por el que quieres integrar el grupo? ¿Qué acuerdos tendrás que hacer? ¿Vale la pena? ¿Qué harías si el líder del grupo insistiera en que te portaras mal con otros niños o hicieras algo contra tu voluntad? ¿Cuál es el límite entre divertirse y bromear y burlarse y acosar a los demás?
  • Atenerse a los gustos propios. Si a su hijo siempre le gustó tocar el piano pero súbitamente quiere dejar porque esta actividad ahora se considera poco atractiva, ofrézcale maneras para intentar resolver esta situación.
  • Mantener los círculos sociales abiertos e intentar que sean variados. Incentive a su hijo a hacerse amigo de personas de diferentes entornos, orígenes, edades e intereses con quienes se sienta a gusto y la pase bien. Dé el ejemplo usted mismo dentro de lo posible con diferentes edades y tipos de amigos y conocidos.
  • Alzar la voz y defenderse. Si el niño se siente preocupado o bajo presión por lo que sucede en la camarilla, incentívelo a defenderse o a defender a otros niños que sean expulsados o acosados. Estimulelo a que no participe en nada que le parezca incorrecto, sea esto hacer bromas o hablar a espaldas de alguien.
  • Asumir la responsabilidad de las acciones propias.Fomente la sensibilidad frente a los demás, no sólo hacer lo que haga el grupo. Recuérdele al niño que un amigo verdadero respeta las opiniones, los intereses y las elecciones ajenas sin importar lo diferente que sean de las propias. Reconozca que puede ser difícil destacarse, pero que los niños son en última instancia responsables de lo que dicen y hacen.
No olvide ofrecer también una perspectiva general. Aunque las camarillas puedan ser actualmente difíciles de abordar, las cosas pueden cambiar de forma repentina. Lo más importante es hacer amigos verdaderos, personas en las que el niño pueda confiar y con quienes pueda reír. El verdadero secreto de ser "popular", en el sentido estricto de la palabra, es ser el tipo de amigo que al niño le gustaría tener: respetuoso, justo, comprensivo, afectuoso, confiable y amable.

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