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viernes, 25 de mayo de 2018

Estrategias y herramientas para mejorar la atención de los alumnos en el aula



¿Cuánto duran los periodos de atención de los estudiantes en el aula? La respuesta puede variar en función de la influencia de diferentes factores como la motivación, la emoción, el momento del día o el tipo de tarea. Es necesario profundizar en la comprensión de este proceso psicológico básico y su utilización en el aula, para armonizar la enseñanza con la capacidad real del alumnado.
¿Cómo podríamos mejorarlo o qué dice la ciencia de todo ello? A continuación nos gustaría plantear un par de cuestiones clave como son la relación de la atención con las metodologías de innovación en el aula y la importancia de los primeros momentos de la clase. Por último se plantean una serie de consejos para mejorar el funcionamiento de la clase teniendo en cuenta una serie de sencillas ideas. 
El inicio de la clase es clave
Recomendaciones para mantener la atención de los alumnos durante la clase

1.Antes de dar unas intrucciones es importante seguir una rutina para reclamar la atención del alumnado
Según Jesús C Guillén creador de la web Escuela con Cerebro, se recuerda mejor lo que ocurre al principio, por lo que el comienzo de la clase se antoja un momento crítico. Tradicionalmente se utilizan los primeros minutos de las clases para corregir los deberes del día anterior, sin embargo, deberían utilizarse para introducir o analizar los conceptos más novedosos y relevantes. Es esa novedad que despierta la curiosidad la que activa las redes atencionales de alerta y orientativa del alumno y que le sirven para abrir el foco de la atención, no para mantenerlo. Como ejemplo que resalta la importancia de la curiosidad en el aprendizaje, podemos iniciar una clase al modo socrático clásico con una pregunta provocadora relacionada con un problema real que sea motivador y que permita al alumno iniciar un proceso de investigación en el que se sienta un protagonista activo del mismo.
Durante  el inicio de la clase debería despertarse el interés, durante la mitad de la misma se podría facilitar la reflexión a través del trabajo cooperativo y utilizar el final para repasar lo prioritario.





2. Empezar con un calentamiento mental
Plantea un ejercicio o un desafío en la pizarra, organizar equipos de tres estudiantes y pedirles que trabajen juntos y que levanten la mano cuando haya resuelto el problema, desafío, pregunta o actividad.
3. Introducir cambios con ciclos y parones, aproximadamente cada 15 minutos.
4. Utiliza el movimiento para que los estudiantes estén concentrados                                                    
En primaria: Realizar patrones de aplausos y pisotones, acompañados de algún canto o verso.

En secundaria: Crea un ritmo chasqueando los dedos y aplaudiendo. Tu sirves dde modelo y los estudiantes deben repetir o hacer eco de tu patrón. Varía el ritmo y los intervalos cada 15-20 segundos.
La capacidad para mantener la atención sostenida varía entre 10 y 20 minutos (Tokuhama, 2011), lo que implica que para incrementar la capacidad atencional de los estudiantes, deberían utilizarse bloques que no superasen los 15 minutos. Este sistema facilita el procesamiento y consolidación de la información.




5. Utilizar pequeñas estrategias de supervisión en los tiempos muertos

6. Si es posible, proyectar el tiempo que queda de clase en una pantalla
 
7. Cambiar el nivel y el tono de voz durante la exposición
 
8. Plantear una pregunta o un desafío en la pizarra

9. Utilizar ejemplos cercanos, analogías o metáforas relevantes
 
10. Controlar el nivel de dificultad de la tarea
 
11- Una excesiva o una escasa dificultad facilitará la aparición de la inatención
 
12. Utilizar el humor
 
13. La variedad estimula la atención
Incluir actividad física con lo más pequeños,

14. Diseñar la implementación de pausas para que pueda desarrollarse un juego activo entre tareas
 
15. Valorar el nivel de dificultad

16. Trocear las tareas en partes

Por ejemplo cuando están entregando un papel a cada estudiante y ello puede provocar un tiempo muerto en el que comiencen a hablar, podrían leer las tareas asignadas para ese día, resumir con una idea en un papel algo que se acaba de ver en clase a modo de cabecera o titular, etc.
Pedirles resúmenes, titulares o cabeceras de lo que acaban de escuchar en clase (ej: ¿Qué ha sido lo más interesante sobre …?).
Existe una gran diversidad de estrategias pedagógicas que pueden estimular al cerebro y captar la atención siempre y cuando conlleven cambio y novedad. Desde la utilización por parte del docente, por ejemplo,  de metáforas, historias, ejercicios que propongan predicciones, actividades que requieran analizar diferencias (Jensen y Snider, 2013), debates, lecturas o videos hasta cambios regulares en el entorno físico de aprendizaje que constituye el aula y que suministren estimulación visual. La experiencia del profesor permitirá mantener ese equilibrio requerido entre lo novedoso y lo más tradicional para no provocar estrés inadecuado en el alumnado.
Cuando un niño evita el trabajo y se desengancha de la tarea constantemente, pídele que valore el nivel de desafío de la actividad en una escala de 1 a 10. Si el niño indica que la dificultad es nivel 8 o mayor, pregúntale qué podría hacerse para que la dificultad de la tarea fuese de nivel 2 o 3. Esto permite que obtengas información para poder disminuir su nivel de frustración.
Cuando la clase o niños con dificultades específicas no puedan realizar la tarea. Esto permitirá que el niño o la clase pueda realizar parte de la tarea, hacer una pausa, y volver a finalizarla.
Esperamos que algunas de estas estrategias le ayuden a mejora el nivel de atención en su aula

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