La elaboración de una secuencia didáctica es una tarea importante para organizar situaciones de
aprendizaje que se desarrollarán en el trabajo de los estudiantes. El debate didáctico
contemporáneo enfatiza que la responsabilidad del docente para proponer a sus alumnos
actividades secuenciadas que permitan establecer un clima de aprendizaje, ese es el sentido de la
expresión actualmente de boga en el debate didáctico: centrado en el aprendizaje. Mientras la
clase frontal establece una relación lineal entre quien emite información y quien la recibe, la teoría
de las situaciones didácticas elaborada por Brousseau (2007) pone el énfasis en las preguntas e
interrogantes que el docente propone al alumno, en la manera como recupera las nociones que
estructuran sus respuestas, la forma como incorpora nuevas nociones, en un proceso complejo de
estructuración/desestructuración/estructuración, mediante múltiples operaciones intelectuales
tales como: hallar relaciones con su entorno, recoger información, elegir, abstraer, explicar,
demostrar, deducir entre otras, en la gestación de un proceso de aprender. El alumno aprende por
lo que realiza, por la significatividad de la actividad llevada a cabo, por la posibilidad de integrar
nueva información en concepciones previas que posee, por la capacidad que logra al verbalizar
ante otros (la clase) la reconstrucción de la información. No basta escuchar al profesor o realizar
una lectura para generar este complejo e individual proceso.
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